10/09/2013

Que entrete empezar el día con una sonrisa:

Como nunca, venía atrasado a la pega.
Como nunca, me quedé dormido y me pasé una estación en el metro.
Como nunca, usé la escalera automática para salir de la estación…
Y como siempre, decidí subirla caminando. Hasta que llegué a una pareja de hombres,
que usaban todo el ancho de la escala. Fue entonces, cuando pedi permiso para pasar.
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Foto: rodrigo unda. 2012.

Los hombres hicieron un amago de moverse dejando muy poco espacio.
Una vez los dejé atrás, escuché como uno de ellos decía en voz alta:
“yo trabajo en escaleras y las escaleras no son para caminar” a la vez que hacia  un gesto de soberbia…

Entonces, y aprovechando que llevaba una ventaja de unos 8 metros le grité:
“claro, por eso estay tan gordo po’ wn.”


Y seguí mi camino raudo, pero igual de atrasado. Como siempre.